-Punto de vista de Joan- 

En el momento en que sonó la campana, salí de mi esquina y me acerqué a David. No pude contener mi sonrisa en el momento en que vi que ya había tomado el centro del ring. Siempre fue así, un boxeador que controlaba cada aspecto del combate. 

Sin pensarlo dos veces, arremetí hacia David. Sin embargo, en un instante su jab ya me había conectado, deteniendo mi impulso.

Nuestros estilos eran sumamente diferentes, David era un out boxer inteligente y calculador, su IQ de combate y su visión del mismo se sentían en un nivel completamente distinto. Por otro lado, yo era un boxeador agresivo e instintivo que buscaba causar el mayor daño posible, mientras que David pensaba cada golpe, yo dejaba que mi cuerpo dictara cada movimiento por si solo. 

Nuevamente, tomé la iniciativa y lancé una combinación.

...Ningún golpe conectó.

David era mucho más bajo que yo, pero de algún modo era capaz de controlar la distancia y llevar el ritmo de la pelea, un estilo que no iba acorde a su estatura. 

Algo frustrado pero emocionado, intenté una combinación diferente esta vez, un potente uno-dos mientras me acercaba y me abría paso entre su guardia, una combinación que había visto usar más de una vez al mismísimo Naoya Inoue. 

Una vez había roto su guardia, aproveché la oportunidad y lancé un poderoso uppercut que conectó limpiamente. 

David no tardó en responder. 

Luego de recibir mi golpe dió un pequeño retroceso con su pie trasero, tomó impulso y , de un momento a otro, tenía un potente volado viniendo directo hacía mí rostro a toda velocidad. 

-Punto de vista de David- 

"Se acabó" Pensé, sin ninguna confianza real. 

Había hecho sparring muchas veces contra este chico en el pasado, pero nunca lo había visto tocar el suelo. No podría noquear a Joan ni aunque todos mis golpes fueran tan potentes como ese último. 

Luego de recibir mi golpe, me miró fijamente y sonrió descaradamente. 

"Cabrón" Fue todo lo que pude pensar mientras una sonrisa se formaba en mis labios sin darme cuenta.

Esta vez era mi turno de atacar. 

Lancé una ráfaga de jabs sin intención de dañarlo en lo absoluto, necesitaba preparar el terreno.

Poco a poco reduje la velocidad con la que lanzaba cada jab, hasta que en uno de ellos dejé mi brazo caer ligeramente antes de regresarlo a mi guardia. 

El movimiento fue lo suficientemente obvio para que Joan lo notara, pero también lo suficientemente disimulado para que no sospechara. 

Nuevamente repetí la acción, hasta que...

En esa pequeña fracción de segundo en que mi brazo estaba bajo y mi lado izquierdo desprotegido, Joan dió un pequeño salto hacia adelante y lanzó un impresionante gancho de derecha. 

En ese momento no pude evitar sonreír ligeramente.

Si Joan era como un animal salvaje, con un gran instinto para matar, yo era un cazador. 

En el instante en que Joan se lanzó hacia mí pensando haber detectado un fallo en mi guardia, di un paso hacia adelante con mi pierna izquierda y incliné todo mi cuerpo hacia adelante, dejando que todo mi peso se transmitiera a ese hermoso contragolpe, un último volado que aprovechaba tanto mi fuerza como el impulso hacia adelante de Joan. 

Pude notar el impacto en mi puño, cualquiera habria caído luego de un golpe así. Pero no esa bestia. 

Luego del golpe pude verlo, estaba frente a mí, con la guardia baja. 

Pero, aunque pareciera desprotegido, sus ojos no se apartaban de mí.

Podía sentirlo, un solo movimiento y podría terminar siendo yo quien cayera al suelo. 

No habíamos decidido una duración para el sparring, no había rounds ni tiempo, solo queríamos dejar salir algo de estrés.

Me alegraba de eso, y no era el único. Pude verlo en la forma en que intercambiamos miradas, ninguno de los dos quería que este momento fuera interrumpido por algo como un descanso entre rounds. Era una emoción que no podía ser pausada. 

En ese momento ambos nos lanzamos uno contra el otro.

Esto acabaría aquí, estábamos decididos a que así fuera. 

Pero el mundo no compartía nuestro deseo.