Del gélido yermo desértico, en una aldea oculta por la arena. Surge un monstruo más.
-¡¡¡¡¡¡Gwwwaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaawwwrr!!!!!!
Un brutal rugido se vio emanado por todo sandtown, aunque..... ese grito no procedía de ningún poison.
Una enorme ola de confusión azota totalmente al poblado de bestias planta, dejando así solo una pregunta formulada por el alterado poblado. ¿De donde proviene dicho rugido? Pronto los poison cercanos descubrieron un atroz acontecimiento. El cuerpo de su joven presa ya no se encontraba ahí.
Un poison cercano intenta hacer la pregunta que todos tenían en mente "¿De dónde vino ese rugido?" Aunque no se le permitió terminarla....
De manera casi instantánea al intentar de hablar, un brutal ataque impactó directamente en la cara del vociferal montón de ramas, lanzándolo varios metros lejos de donde estaba. Toda la atención del poblado se dirigio hacia lo acontecido, develando a medias al responsable de dicho ataque. Un monstruo con rasgos humanos, pero repleto en bruma y totalmente recubierto por una espesa capa de rocas, sin ningún rasgo extra en particular a excepción de unos brillantes ojos escarlata, dando la ilusión de estar imbuidos en sangre.
La población lo entendió. Ese monstruo es el responsable de haber dado ese ensordecedor rugido, y también es el causante del daño hacia uno de los suyos. Sabían que tenían que acabar con él o él acabaría con ellos, despertando así sus instintos asesinos, sin embargo, antes de que cualquier poison actuará, el monstruo ya se había movilizado alejándose de todo rango de visión en común. Todos los poison denotaban confusión y se contoneaban desconfiadamente a su alrededor para encontrar la ferviente luz perteneciente a los ojos escarlata de su atacante. Un segundo golpe es asestado, esta vez en contra del líder de la aldea, pero en esta ocasión no fue un mero ataque. El monstruo se arroja desde un tejado cercano, e impulsado por la altura prepara por un golpe cruzado que terminó ensartado en el cuello del líder de los poisons arrancándole la cabeza de un solo tajo, un fuerte chorro de agua sale disparado del cuerpo decapitado y empapa al monstruo. En ese instante todos comprenden que lo que se debe hacer en realidad ¡Huir y no acabar con el monstruo! El caos se desata y el monstruo libera un último rugido para señalar el inicio de una pesadilla.
Las horas pasan y el sol por fin sale para iluminar a un pueblo inmerso en el terror. Cada casa, cada establecimiento y cada campo están desiertos y todos los pobladores se encuentran resguardado en dios sabe donde, lo único restante además de cadáveres secos y decapitados es el cuerpo del protagonista, quien hasta apenas había recobrado la conciencia y se encontraba en el mismo lugar y posición en el que lo habían dejado sus atacantes hasta apenas había recobrado la conciencia.
Comments (0)
See all