NOTAS DEL AUTOR:
¿Cómo están? Bueno, me presento, me pueden llamar Wingzemon X, y éste es el primer fanfic que escribo basado en la serie animada de Teen Titans, y de hecho es la primera historia que escribo sin estar basado en algún Anime o Manga japonés. Igual espero que les guste y me den sus opiniones. Antes de entrar a la historia, deseo mencionar algunas notas aclaratorias:
1. Esta historia se encuentra completamente basada en la serie animada de Teen Titans, creado por Glen Murakami y producida por Warner Bros. Animation. La trama se encuentra sobre la línea temporal de dicha serie, ubicada unos meses después del capítulo final.
2. En este Fanfic se omite lo ocurrido en la película Teen Titans: Trouble in Tokyo.
3. En algunos capítulos se hace referencias a acontecimientos ocurridos exclusivamente en los comics de Teen Titans Go!, o a personajes que aparecieron en estos. A su vez, puede llegarse también a hacer referencia a algunos datos de los personajes, propios de los cómics originales y que no se mencionaron en la serie. Cuando se haga tal referencia, se explicara en las notas al final del dicho capitulo.
4. En este fanfic se puede hacer también referencias o incluso suceder apariciones de personajes pertenecientes a los comics de DC, y que nunca aparecieron o se mencionaron en la serie animada. En este caso, los personajes presentados estarán ligeramente basados en la versión que más conozca de dicho personaje (ya sea provenientes del cómic original o de alguna otra serie animada), pero en general sus apariencias y personalidades se basaran en mi propia interpretación de dicho personaje. Es decir, podrían no encajar al 100% en la versión original del personaje, pues serían adaptados a lo que es la trama de Teen Titans, y más específicamente a la historia en sí.
5. Pese a que hay mucho dilema sobre si la serie animada de Teen Titans se encuentra en la misma cronología que las series de DCAU (DC Animated Universe) como Batman: The Animated Series, Superman: The Animated Series, Justice League y Justice League Unlimited, he decidido considerarlos como dos realidades separadas, sin ningún tipo de relación una con la otra. En otras palabras, he decidido considerar que el "universo" donde ocurre la serie de Teen Titans, es totalmente ajena a las series del DCAU.
6. La historia es recomendada para mayores de 15 años. En general mantiene la misma esencia y humor de la serie original, con la diferencia de puede llegar a tratar en ocasiones temas más maduros y complejos, desde referencias sexuales, hasta situación de violencia. Pero en general, sigue manejando la misma mecánica de la serie original.
7. Pese a no ser un Fanfic meramente romántico, a lo largo de sus capítulos se exploran las parejas de: Raven y Robin (la principal), Starfire y Robin, Raven y Chico Bestia, Terra y Chico Bestia... En otras palabras, un poco de todo realmente.
Básicamente eso es todo, sólo quería dejar claros estos puntos antes de entrar a la historia. Como digo, esta es mi primer Fanfic de Teen Titans, pero si les agrada puede que no sea el único. Espero que lo disfruten, y espero sus comentarios.
Atte.
Wingzemon X
TEEN TITANS
THE SINNERS
Por
Wingzemon X
CAPITULO 01
"Supergirl Go!, Parte 1"
Era una templada mañana de inicios del año, esas mañanas que te hacen sentir que la primavera está cerca, aunque en realidad el invierno apenas estaba comenzando. Era muy temprano, tal vez alrededor de las siete o siete pasadas; el sol apenas y se asomaba por el horizonte de Jump City, por detrás del largo puente de la ciudad, y a su vez enmarcando la curiosa forma "T" de la Torre Titán, en dónde sus amigos y ella habitaban; los eternos cuidadores de ese lugar: Los Jóvenes Titanes.
¿Cuánto tiempo había pasado desde su última gran aventura? Dos o tres meses quizás, desde que volvieron a Jumpo City luego de reunir a todos esos aliados y lograr derrotar a Cerebro y su Hermandad del Mal. Esa sí había sido una gran odisea, en donde no sólo vencieron nuevamente a su adversario, pudieron conocer gran cantidad de sitios, y lo más importante, a una gran cantidad de amigos. Luego de pasar por aquello, los siguientes meses habían sido tranquilos, si tranquilos era la manera correcta de describirlos. En efecto, el mal no tomaba vacaciones, y por lo tanto los Héroes tampoco. Cada cierto tiempo tenían que entrar en acción y detener a algún ladrón, asaltante o busca pleitos causando problemas en la ciudad, pero nada fuera de lo común o de la escala de detener a una organización criminal que busca la dominación del mundo, o a un demonio interdimensional que desea la destrucción de todo. Luego de eso, salir de vez en cuando a enfrentarse a un villano recurrente, no era precisamente tan malo.
De hecho, esas intervenciones también se habían vuelto menos frecuentes. Desde que la mayoría de sus enemigos se unieron a la Hermandad del Mal para luego terminar siendo derrotados igual, parecen haberse tranquilizado un poco. Aunque de seguro nunca llegaría a la situación de nunca volver a necesitar de los Titanes, se podía decir que Jump City estaba mejor que nunca.
Esa mañana, la hechicera oscura del equipo se encontraba en la terraza de la torre, levitando a aproximadamente medio metro del suelo, con sus ojos cerrados y sus piernas cruzadas en su posición de meditación. Se había levantado desde muy temprano, como acostumbraba hacerlo en ocasiones para empezar el día de buena manera: Una buena noche de sueño, una meditación profunda y tranquila, y un buen desayuno la ayudaban a mantener el control y centro. Era una rutina que había aprendido desde sus primeros años de vida en las tierras de Azarath. Pero cada vez, sobre todo en esos últimos meses, comenzaba a pensar que era una rutina no del todo obligatoria para estar en paz consigo misma, pues, luego de tanto tiempo de sufrir con su supuesto "destino" marcado, por primera vez sentía que era realmente feliz. Feliz de estar viva, feliz de estar ahí en esa tierra, en esa torre, con sus entrañables amigos. Jamás pensó que llegaría el día que se sintiera así, y tal vez era por eso que no podía evitar sentir un poco de miedo, miedo de que todo eso que poseía ahora se esfumara el día de mañana, o perderse así misma en la felicidad que sentía. Tal vez por eso seguía meditando, y seguiría.
Una vez que terminó, colocó de nuevo sus pies el suelo y se dirigió de regreso al interior de la torre. ¿Ya se habrían despertado los demás? Lo más seguro era que no. Ninguno de sus compañeros era precisamente bueno para levantarse temprano, en especial en domingo, a excepción de uno de ellos. Últimamente, él siempre se levantaba casi al mismo tiempo que ella, pero rara vez se cruzaban. De vez en cuando lo veía en la sala de entrenamiento, donde muy seguramente se encontraba en ese momento también, pero nunca había querido interrumpirlo. Sin embargo, siempre llegaba a preguntarse mientras bajaba las escaleras y se acercaba a aquella habitación, si era buena idea o no ir y darle los buenos días.
La Torre Titán tenía de hecho dos salas de entrenamiento. Una era el gimnasio, con el equipamiento necesario para que los Jóvenes Titanes se mantuvieran en forma, y el otro era una sala se simulación, con diferentes obstáculos y en dónde podían entrenar más específicamente sus habilidades de combate y movimientos. Esa mañana, el ajetreo parecía provenir del gimnasio. Robin, el líder del equipo, se encontraba tan concentrado en lo que hacía que ni siquiera notó su presencia en la puerta. En ese momento lo único que traía puesto de su atraje habitual, era ese eterno antifaz negro sobre los ojos. Por lo demás, usaba su traje de Karate color blanco. Para cuando Raven llegó, el chico estaba pateando y golpeando con fuerza el saco de entrenamiento, y cada ataque era acompañado de un fuerte grito. Se le veía algo exhausto; de seguro ya llevaba buen tiempo ahí, pero ni así disminuía su ritmo.
Robin era realmente muy disciplinado en su rutina de entrenamiento, casi como Raven lo era con su rutina de meditación. Un pensamiento inusual surgió en la mente de la joven al estar viendo al chico de cabellos negros y peinado de pico: "¿Él también sentirá que debe de seguir entrenando tanto para no perderse?" Era un pensamiento un poco tonto, pues no podía comparar una cosa con la otra. Aún así, pareció concentrarse de más en ello sin darse cuenta, pues gracias a eso se había quedado de pie en la puerta más que en otra ocasión, lo que hizo que esa mañana fuera ligeramente diferente a las anteriores.
- Oh, Raven. – Escuchó como la voz de Robin pronunciaba, haciéndola sobresaltarse al salir de sus pensamientos.
El chico estaba secándose el sudor de su cara con una toalla, y mirando hacia la puerta con una sonrisa; Raven, por su lado, se sentía como un niño que había sido atrapado haciendo algún tipo de travesura.
- Lo siento, ¿te desperté acaso? – Preguntó con tranquilidad mientras colocaba la toalla alrededor de su cuello.
La pregunta le indicó a Raven que su líder no se había dado cuenta de que estaba despierta. La hechicera intentó tranquilizarse y recuperar la calma que su sesión le había dado.
- No, no te preocupes. – Le contestó con su típico tono de voz tranquilo y casi frío. – He notado que últimamente te despiertas más temprano que antes para entrenar.
- ¿Enserio? – Cuestionó él a su vez con algo de inocencia. – Puede que tengas razón. Supongo que desde que detuvimos a la Hermandad del Mal, no ha surgido ningún nuevo enemigo a gran escala, y no quisiera atrofiarme cuando ocurriese.
Parecía que la suposición de la hechicera era ligeramente cierta: entrenaba por lo mismo que ella seguía meditando. Claro que ambos lo miraban de manera diferente: Raven no quería perder quien era, y él no quería perder sus habilidades. Al cabo, era casi lo mismo.
- Lo dices muy seguro de que surgirá algo más. – Comentó un poco divertida la joven de la capa azul, siguiendo con la vista al chico, que se dirigía a una banca en donde tenía una botella de agua. – Ya hemos luchado contra súper villanos, organizaciones de dominación mundial y demonios omnipotentes. ¿Qué puede seguir luego de eso?
Ese tipo de preguntas siempre parecen atraer a la mala suerte. Justo un segundo después de que Raven dijera eso, la alarma general comenzó a sonar con fuerza en toda la Torre. Esa alarma sólo podía significarse una cosa: había problemas en Jump City.
- Creo que lo averiguaremos. – Comentó con seriedad el petirrojo, y entonces comenzó a correr a la salida. – ¡Andando!
Raven asintió con su cabeza cuando al chico pasó a su lado, y rápidamente se elevó un poco del suelo, volando detrás de él por el pasillo.
La alarma había sido oída por todos los Titanes por igual. Unos minutos después, los cinco se reunieron en la sala principal. La primera en llegar fue Raven, seguida luego por Robin, quien con la mayor rapidez posible se había ido a cambiar su atuendo, volviendo a su uniforme de capa negra, camiseta roja, pantalones verdes y botas negras. Los siguientes fueron unos adormilados Cyborg y Chico Bestia, que entraron a la sala tallándose los ojos y arrastrando los pies; Robin les había advertido que no se desvelaran la noche anterior jugando, pero al parecer no le hicieron caso.
- ¿Qué ocurre? – Preguntó con desgano el joven mitad máquina, antes de soltar un fuerte bostezo. – ¿Quién me despierta tan temprano en domingo?
- Todavía no duerme mis diez horas. – Agregó el chico de piel verde, en el mismo estado que su amigo.
En ese momento, la silueta del quinto miembro del equipo pasó volando por encima de ellos, deteniéndose más adelante, y bajando para posicionarse justo a al lado izquierdo de Robin, quien estaba en la consola para enfocar en la pantalla de la sala el origen de la emergencia.
- Buenos días, queridos compañeros. – Saludó Starfire con una amplia sonrisa; parecía más animada que los otros dos. – ¿Qué es esta vez?
La mirada de todos se centró en la gran pantalla de la sala, que enfocaba a una de las cámaras de seguridad de tránsito de Jump City, y enfocaba al causante de tanto alboroto: una persona de aparente enorme tamaño, fornido, de hombros anchos, brazos gruesos, usando un traje de apariencia robótica de color rojo con partes metálicas, que le cubría todo su cuerpo a excepción de su rostro. Esa persona, caminaba por la calle, ahuyentando a la gente que corría despavorida, mientras pateaba, golpeaba y arrojaba automóviles por el aire contra las vitrinas y edificios. Era notable también como tenía en su pecho un escudo que claramente tenía una "A" en él.
- Adonis de nuevo. – Murmuró Robin al reconocer con facilidad a quien se mostraba en el monitor.
- '¡Jóvenes Titanes!' – Gritaba con fuerza Adonis, al tiempo que pateaba con fuerza un carro, haciendo que volara por los aires hasta chocar contra un poste de luz y tirarlo al suelo. – 'Vengan pronto, ¡que los estoy esperando!'
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